Víctor Ríos
El Viejo Topo, 07/ 08/ 2016
Dignidad, ayuda mutua. Recuperar derechos, cultivar la fraternidad, aprender unos de otros, unificar las luchas contra el paro y la precariedad, por el empleo digno y una renta básica… El fin de semana del 23 y 24 de julio Valladolid se ha convertido en el epicentro de una fructífera reflexión y un valioso intercambio de experiencias entre personas y colectivos pucelanos y otros llegados de todos los puntos de la geografía ibérica para participar en la 2ª Escuela Básica de Verano, la Escuela de Formación de la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad y, al día siguiente, celebrar la Asamblea Estatal del mismo movimiento.
Ambas actividades, organizadas gracias a la ilusión, el esfuerzo y la hospitalidad del colectivo Parad@s en Movimiento de Valladolid, han aportado muchos elementos de interés para los participantes, tanto en el plano de la puesta en común de experiencias y conocimientos útiles para la construcción de saberes colectivos para la emancipación como en el de la identificación de objetivos y propuestas de acción para los próximos tiempos.
Ejemplos de este interés pueden encontrarse en todas las sesiones de trabajo desarrolladas. Así ya en la primera, Balance de competencias y SEPA, dedicada a exponer la experiencia vallisoletana de relación entre el Observatorio de Validación de Competencias Profesionales (OBSERVAL) de la Universidad pucelana y el Servicio de Empleo del Colectivo Parad@s en Movimiento, experiencia singular y audaz destinada a ofrecer itinerarios de empleo personalizado al colectivo de desempleados, se suscitó una viva discusión en torno a dos cuestiones relevantes: la de la carga ideológica -nada neutral- del lenguaje utilizado al caracterizar la situación del mundo del trabajo mediante expresiones como “mercado de trabajo”, “empleabilidad”, “tutores de empleo”, y la del peso determinante del factor que podría denominarse “a quién conoces” para la obtención de un puesto de trabajo, frente a otros como los conocimientos acreditados, la experiencia anterior…
Experiencias y retos del sindicalismo de hoy
La reflexión sobre el sindicalismo de hoy contó con el relato de situaciones como las que se están dando en la empresa Renault de Valladolid. Una empresa que según sus propios datos de mayo de 2016, cuenta con 10.741 trabajadores de los cuales 6.260, el 56%, son eventuales; y en algunos puestos como la producción de piezas este porcentaje llega al 90%. En muchos casos el fin del contrato se comunica dos horas antes. La empresa acaba de poner en práctica una nueva contratación llamada turno especial fin de semana, que en realidad actúa como una E.T.T. con subvenciones públicas. Consiste en trabajar el fin de semana el número de horas indicado sobre la marcha bajo el criterio de “por hora trabajada, hora cobrada”, con lo que el trabajador así contratado no conoce inicialmente ni su jornada ni su salario. Eso sí, la campaña publicitaria se hace bajo el lema de Renault crea empleo. Ya no se firman convenios colectivos sino Acuerdos de competitividad y empleo. Acuerdos que permiten jornadas extenuantes de los eventuales que pueden llegar a las 12 y 13 horas diarias, con salarios inferiores en un 27,5% al de los que aún tienen contratos indefinidos. Y eso por no entrar en el frecuente trato amenazante, humillante y vejatorio de algunos jefes de unidad. Uno de ellos fue grabado en junio por un trabajador en la factoría de Palencia cuando le reprendía diciéndole, entre otras lindezas, “te quedan cuatro putos meses que te les voy a hacer, me cago en dios, que vas a desear morirte, así de claro te lo digo… te pillo de puertas a fuera y te enteras…” (En este caso la difusión de la grabación ha obligado a la empresa a cursar el despido disciplinario del citado capataz, estando pendiente la resolución del Juzgado de Instrucción nº 7 de Palencia en relación con los hechos).
Este y otros relatos muestran el endurecimiento de las condiciones de trabajo hoy imperantes, amparadas en las sucesivas reformas laborales y su repercusión en las dificultades para la movilización de los trabajadores, en el debilitamiento de los sindicatos, en las claras diferencias entre el tipo de sindicalismo practicado por las centrales mayoritarias y por los colectivos de base surgidos en las empresas en lucha y en los retos planteados. Unos retos complejos que pasan por tender puentes. Puentes culturales y sindicales ante la aguda segmentación de los trabajadores según los tipos de contratos -con el actual predominio absoluto de los contratos precarios-, puentes entre los jóvenes sin empleo y los trabajadores mayores convertidos en parados de larga duración y que a su vez aborden la aguda precarización del trabajo de las mujeres y su persistente discriminación salarial. Tratando al mismo tiempo de plantear la confluencia y la unificación de las luchas en curso, recurriendo a las herramientas históricas de los trabajadores: la organización, la conciencia, la solidaridad y la dignidad.
La Renta Básica y la Carta Social Europea
Las exposiciones y el debate de la sesión sobre la Renta Básica Universal, necesidad de hoy y mañana y la Carta Social Europea permitieron conocer de cerca y denunciar los múltiples obstáculos para acceder a las actuales rentas mínimas de inserción así como las notables disparidades entre Comunidades Autónomas en lo referente a las condiciones para solicitarlas, cuantía y duración de las ayudas… Estas diferencias inciden en el aumento de las discriminaciones y desigualdades sociales y territoriales. Pero la política de recortes sociales de las Administraciones Públicas ha supuesto que en todas las CC.AA. el listón de unas prestaciones suficientes quede lejos del alcance de un número creciente de personas y familias.
Ante la realidad descrita cobra mayor vigencia el planteamiento unificador de la Renta Básica defendido por la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad, una propuesta cuya aceptación sigue abriéndose camino entre la ciudadanía, aunque no sin resistencias frente a las que es preciso continuar la labor explicativa de su pertinencia y características. Por ello, y dada la gravedad de las situaciones de exclusión social existentes ha surgido una iniciativa que emprenderá su recorrido público este otoño: la del uso de la Carta Social Europea para reivindicar la suficiencia de las prestaciones y proponer respuestas urgentes en apoyo de quienes no reciben en la actualidad ningún tipo de prestación o la reciben en cuantías tan mínimas que los obligan a malvivir por debajo del umbral de la pobreza.
Así, la Campaña por el cumplimiento de la Carta Social Europea promovida por la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad se plantea un objetivo muy preciso: que nadie viva por debajo del umbral de la pobreza. Para ello es exigible que la recepción de las prestaciones vaya en consonancia con lo estipulado por la Carta Social Europea, carta de derechos sociales elaborada en 1961 por el Consejo de Europa y revisada en tres ocasiones. Como explica el tríptico elaborado por la Marea Básica para esta campaña, “España la ha firmado y ratificado en 1988 y 1991; pero la de 1996 está firmada y no ratificada, sin protocolo adicional de reclamaciones colectivas, con clara reducción de garantías, y obligación de proceso de denuncias individuales”
La definición del umbral de riesgo de pobreza en base a los criterios de la Oficina Europea de Estadística, Eurostat, fija este en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Siguiendo este criterio el INE ha establecido que “en 2015 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2014) se situó en 8.011 euros”. Por lo tanto dicho umbral se sitúa en 667,58 euros mensuales para una persona. Para una unidad de consumo, es decir, una familia en una misma vivienda, se sumarían 333,79 euros para cada segundo adulto y 200,27 por cada menor de 14 años.
A partir de estos elementos y de otros como los varios requerimientos del Comité Europeo de Derechos Sociales para que se adecuen las prestaciones sociales establecidas en el artículo 16 de la Carta con el fin de garantizar a las familias una protección social, jurídica y económica suficiente, la Marea Básica lanzará una campaña para reclamar el cumplimiento de los derechos vulnerados a las personas cuyas prestaciones o rentas se encuentren por debajo del umbral de riesgo de pobreza. En la Asamblea Estatal de la Marea Básica celebrada al día siguiente de la Escuela de formación se perfilaron algunos aspectos más de esta campaña de la que seguiremos informando en lo sucesivo desde este espacio del Topo Express.
Ecología y economía social
La Escuela de Formación contra el paro y la precariedad incluyó también en su programa una sesión sobre ecología y economía social que aportó abundantes datos y reflexiones sobre la relación entre deterioro ecológico a escala planetaria y modelo económico dominante y las cuestiones a tener en cuenta para darle la vuelta a este modelo que le ha declarado la guerra a la vida.
Algunos de los datos ilustrativos presentados son tan contundentes como poco conocidos. Un par de ejemplos: se han documentado 185 asesinatos de activistas ambientales a lo largo de 2015, una cifra sin precedentes según el informe de la ONG Global Witness En terreno peligroso, presentado en junio. Cada año mueren 12,6 millones de personas a causa de la insalubridad del medio ambiente según nuevas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud recogidas en la segunda edición de su informe Ambientes saludables y prevención de enfermedades. Hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente.
Las recapitulaciones actuales sobre las advertencias planteadas a principios de los años 70 en informes como el titulado Los límites del crecimiento, encargado por el Club de Roma, muestran el acierto de aquellas previsiones, como indican Ugo Bardi en su libro Los límites del crecimiento retomados o Tim Jackson y Robin Webster en su reciente opúsculo Limits revisited. Hoy los límites de la huella ecológica de las sociedades industrializadas superan ya la capacidad de carga del conjunto de la biosfera de un modo insostenible.
A partir de una revisión de los modos de actuar en torno a las caracterizaciones de los recursos naturales –proporcionar materias primas a los procesos de producción, brindar bienes y servicios ambientales que pueden ser contemplados, servir de sumidero general para todos los residuos procedentes de la producción y del consumo y constituir un sustento general para el desarrollo de la vida- debe plantearse una reconsideración seria no solo de las formas de actuar sino también de las de pensar, del aparato conceptual que las ha sustentado.
Tal ha sido la senda emprendida por algunos economistas, como Herman Daly, al cuestionar abiertamente las formas en las que se presentan las mediciones de la actividad económica, como el PIB, y proponer otro modo de medir dicha actividad con nuevos indicadores como el Índice de Bienestar Económico Sostenible. Estas y otras consideraciones como la necesidad de desacoplar el bienestar humano con respecto al aumento del consumo de recursos naturales han de estar presentes al hablar de las alternativas a los problemas más básicos de las personas, para concebir una forma radicalmente distinta de organizar las actividades económicas de un modo sostenible para nosotros y las generaciones futuras.
Para modificar el actual metabolismo económico es necesario plantear tres preguntas: ¿qué necesidades hay que satisfacer para todas las personas? ¿Cuáles son las producciones necesarias para la satisfacción de esas necesidades? ¿Cuáles son los trabajos socialmente necesarios para cubrir esa producción? Al mismo tiempo debe abordarse una cuestión central: el reparto radical de la riqueza. Plantear estos asuntos implica disputar la hegemonía cultural y política dominante. Y ello no puede relegarse solo al terreno institucional: es indispensable una movilización social que ponga lo común como principio político y sea capaz de combatir mitos y confusiones interesadas como las de equiparar trabajo y empleo, bienestar y crecimiento o sociedad de consumo y calidad de vida.
Conocer las contribuciones aportadas desde el ecologismo y el feminismo, fundirlas con las del sindicalismo y el movimiento obrero, impulsar la articulación entre diferentes luchas y movimientos constituyen algunos de los retos y tareas que nos permitirán avanzar en la construcción de sociedades en las que merezca la pena vivir.
Esta mesa de trabajo cerró la 2ª Escuela de Formación contra el Paro y la Precariedad. Su composición ofrecía una muestra, forzosamente limitada pero muy interesante por la calidad humana de sus testimonios y aportaciones, de la amplitud y diversidad de colectivos y plataformas que forman parte de esta Marea Básica: la Corrala Utopía de Sevilla, Unificando las Luchas de Madrid, Sillas contra el Hambre de Valencia, Plataforma de Parados y Precarios de San Blas-Canillejas de Madrid, Aturats del Baix Llobregat de Cataluña, Columna Asturias de las Marchas 22M, Asamblea de Parados de Burgos, Campamentos Dignidad de Extremadura, moderados como las otras sesiones por un miembro del colectivo Parad@s en Movimiento de Valladolid.
Las intervenciones recogían experiencias de resistencia, lucha y compromiso muy variadas. Vinculadas a la lucha contra los desahucios y ocupación de espacios para lograr la asignación de viviendas dignas, a la denuncia de ERES y de la precarización y explotación laboral cada día más extendidas, a mostrar la realidad de las duras condiciones de empobrecimiento generalizado, de difícil sobrevivencia de los parados sin prestaciones, insistiendo en que hay gente que lo está pasando muy mal, que no tiene para dar un yogurt o un vaso de leche a sus hijos… Nadie hablaba de oídas, todas y todos exponían testimonios rebosantes de autenticidad, fruto de experiencias vividas y sufridas en primera persona y expuestas con sencillez, emoción, dolor al recordar las muertes, en algunos casos suicidios, de compañeros; testimonios salpicados también de contrapuntos de humor, brío y esperanza.
Las ideas estaban claras: importancia de la dignidad, de la solidaridad, valor de la conciencia de clase y de la fuerza de la utopía, necesidad de la coordinación y unificación de las luchas de los trabajadores precarios y parados, incorporación de la denuncia de la violencia machista, recurso a acciones legales individuales y colectivas como instrumentos para exigir derechos, visibilizar la protesta y extender el conocimiento de las reivindicaciones y la implicación y organización de más personas en su defensa. Con acentos distintos en relación a las expectativas depositables en el uso de espacios institucionales para conseguir algunos de los objetivos planteados. Pero con total unanimidad en la convicción de que la movilización social es un elemento de fuerza irremplazable para impulsar los cambios necesarios, tanto los más inmediatos y urgentes como las transformaciones más profundas e insoslayables para lograr una vida digna y plena.
En el ambiente se podía palpar el ímpetu procedente de la apuesta por la construcción de la unidad desde abajo, mediante el trazado de una perspectiva común de lucha a partir de objetivos muy concretos y con respeto a la agenda y a los tiempos propios del movimiento. Una unidad que se construye, para decirlo con palabras de los intervinientes, con la fuerza que da el dolor, con la energía que da la utopía.
Un apunte final sobre los saberes de la emancipación
Esta crónica no alcanza a recoger toda la intensidad emocional y discursiva de la Escuela de Formación. Ni siquiera refiere todas las sesiones de trabajo desarrolladas, que incluyeron además de las aquí comentadas, una mesa sobre medios de comunicación del sistema y medios alternativos, ingeniosamente titulada por los organizadores El periodismo de la hormiga y el periodismo del hormigón o la presentación del libro Librarse del euro.
Uno de los aspectos destacables en todas las mesas es que los relatos de las experiencias, las reflexiones y las propuestas de acción no han desconocido ni ocultado los escollos, los reflujos, las dificultades de distinto orden que se presentan para dar a conocer, extender y coordinar luchas y avanzar en la consolidación de un potente movimiento contra el paro y la precariedad. A la vez, esta conciencia no se traduce en desánimo. Se sabe valorar el hacer del propio movimiento en estas condiciones. Una muestra de este buen hacer puede verse en la celebración, el desarrollo y los resultados de esta 2ª Escuela de Formación contra el Paro y la Precariedad. De mi participación en ella emanan las reflexiones que siguen y desearía compartir a modo de conclusión.
En mi opinión la Escuela de Formación de la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad ha logrado conformarse como un valioso espacio para el encuentro de saberes, de resistencias, como un espacio de libertad. Los participantes en la misma son portadores de saberes múltiples. Conocen bien los efectos de la desposesión en su vida cotidiana, los niveles brutales, esenciales, que ha alcanzado la desposesión. Son portadores de saberes adquiridos en los proceso de lucha, en las prácticas emancipatorias de los movimientos de resistencia, en su participación en acciones individuales y colectivas que incluyen el ejercicio legítimo de la desobediencia. Saben bien el valor del cultivo cotidiano de la fraternidad y de la ayuda mutua. Se plantean pensar la emancipación en las condiciones concretas de vida y de trabajo impuestas en estos tiempos marcados por el paro y la precarización. Y no esperan hasta el día de San Jamás para ir creando territorios objetivos y subjetivos liberados de la explotación económica, la opresión política y la dominación cultural.
Los procesos y los ciclos de lucha de los movimientos se construyen también acumulando y compartiendo saberes. Estudiando juntos los modos de sortear y superar obstáculos y amenazas, de ir fortaleciendo una subjetividad colectiva de resistencia y de propuesta. Y estos aprendizajes nutridos por la experiencia reflexionada en espacios como una Escuela de Formación del propio movimiento se transforman en saberes compartidos que permiten enfrentar mejor la cotidianeidad y preparar los nuevos ciclos de lucha que vienen.
Construir los saberes de la emancipación implica también desaprender los que han servido para legitimar la dominación. De ahí la importancia de las reflexiones sobre los temas tratados. Reflexión que va más allá de los contenidos estrictos, que repara también en los lenguajes de la dominación y los modos de imponer el pensamiento único, frente al cual vamos tejiendo otro alternativo desde la diversidad, sin obligarnos a coincidir en todo, sabiendo apreciar y construir desde el respeto auténtico a la diferencia. Pues el saber para la emancipación es parte de un proceso de construcción colectiva, complejo pero apasionante. Se trata de un saber que es parte del hacer, y que se construye desde abajo, en el movimiento, fundiendo experiencias, emociones, reflexiones, esperanzas y sin perder nunca la perspectiva utópica.
El porvenir de un movimiento así no se juega solo en los momentos estelares y más visibles, sino en su día a día. La Marea Básica contra el Paro y la Precariedad, con esta Escuela de Formación y la Asamblea Estatal celebrada al día siguiente, emite una señal de las virtudes culturales y éticas individuales y colectivas presentes en este movimiento. Un movimiento que reflexiona sobre el paso de la desesperación y la rabia contenida a la voluntad firme de convertir el poder en hacer. Con conciencia lúcida de las dificultades, pero también de la potencia que puede desplegar al traducir la indignación en rebeldía activa y forjar la unidad de acción sobre las propuestas concretas para iniciar un nuevo ciclo de movilizaciones, empezando por una campaña de exigencia del cumplimiento de la Carta Social Europea. Un movimiento de mujeres y hombres dispuestos a experimentar, a romper moldes y a no dejar para mañana la práctica de otro modo de vivir la construcción del nuevo mundo posible
—El Programa completo de la Escuela de Formación puede verse aquí:
http://mareabasica.es/escuela-basica-valladolid/
—Gracias al trabajo de Marta Sánchez y José Antonio Bellón, del colectivo Solidarias, el desarrollo de todas las sesiones de trabajo de la Escuela de Formación puede seguirse en su canal de comunicación independiente Solidarias, aquí:
http://programasolidarias.es/segunda-escuela-basica-de-verano-en-valladolid/
—La información y el tríptico de la Campaña por el cumplimiento de la Carta Social Europea pueden consultarse y descargarse aquí:
http://mareabasica.es/campana-carta-social/
—De la sesión de trabajo sobre medios de comunicación, El periodismo de la hormiga y el periodismo del hormigón, omitida en este texto, puede consultarse la crónica de Laura Fraile en Último Cero aquí:
http://ultimocero.com/noticias/movimientos-sociales/2016/07/23/dos-modelos-de-periodismo-de-hormiga-frente-al-de-hormigon/
—Miguel-Ángel Fernández (Marchas 22M, Columna Asturias) y Ramiro Pinto (ARENSI, León) aportan sus visiones de la Escuela de Formación en sus blogs:
http://cartesdecuturrasu.blogspot.com.es/2016/07/el-capitalismo-tiene-los-siglos-contados.html
https://ramiropinto.es/2016/08/01/hormigas/#more-13417
—Toni Carrión (Sillas contra el Hambre, Valencia) incluyó en su intervención la lectura de un cuento y de una poesía suyas, que ha cedido amablemente para su publicación en Topo Express.
Libros relacionados
Daniel Raventós, ¿Qué es la Renta Básica?:
http://tienda.elviejotopo.com/alternativas/911-que-es-la-renta-basica-preguntas-y-respuestas-mas-frecuentes-9788415216353.html
Daniel Raventós, Las condiciones materiales de la libertad:
http://tienda.elviejotopo.com/alternativas/1032-las-condiciones-materiales-de-la-libertad-9788496831315.html
Josep Bel; Pep Valenzuela; Joan Tafalla: Miradas sobre la precariedad
http://tienda.elviejotopo.com/catalogo/1008-miradas-sobre-la-precariedad-debate-y-propuesta-para-una-encuesta-del-trabajo-y-la-reconstruccion-del-sindicalismo-de-clase-9788496356733.html
John Holloway: Agrietar el capitalismo:
http://tienda.elviejotopo.com/alternativas/1187-agrietar-el-capitalismo-el-hacer-contra-el-trabajo-9788415216100.html
Elmar Altvater: El fin del capitalismo tal y como lo conocemos:
http://tienda.elviejotopo.com/capitalismo/1130-el-fin-del-capitalismo-tal-y-como-lo-conocemos-9788415216322.html
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