lunes, 3 de febrero de 2014

EL SUBDELEGADO NIEGA LO QUE TODO EL MUNDO VIO Y DA LA VUELTA A LA REALIDAD: LOS POLICÍAS FUERON LOS AGREDIDOS

últimoCero03/02/2014


Asume íntegramente la versión policial y cuestiona, por parciales, las imágenes y vídeos que acreditan la excesiva e indiscriminada actuación de los agentes / Partidos y sindicatos exigen ya su dimisión

El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Antonio Rodríguez Bermejo, ha asumido hoy el papel del peor ciego, el que no quiere ver, para negar lo que todo el mundo, atónito, pudo contemplar ayer: una desproporcionada carga policial y detenciones indiscriminadas en el transcurso de una espontánea protesta pacífica en la que ninguno de sus participantes agredió a los agentes.


El máximo representante del Gobierno en la provincia ha asumido íntegramente la versión policial y ha cuestionado por “parciales” las imágenes y vídeos en las que se puede ver claramente cómo fue, en realidad, la actuación de los agentes que se saldó con más de media docena de heridos uno de los cuales, una mujer de 60 años de edad, aún permanece ingresada en el hospital con pronóstico “reservado”.

Para justificar la actuación policial y restar valor a las imágenes captadas, Bermejo ha situado “antes de que comenzaran las grabaciones” las supuestas agresiones de manifestantes a policías que nadie, incluidos los profesionales de últimoCero que cubrían la información en ese momento y que acompañaron a los manifestantes en todo momento, pudieron ver.

Algo que también ocurrió con las supuestas advertencias que, según él, pronunció la policía a los manifestantes antes de practicar selectivas detenciones y arremeter indiscriminadamente contra los manifestantes.

En su defensa de la actuación policial, el subdelegado del Gobierno ha ido más allá y ha llegado a cuestionar que la lesión en un brazo que presentaba una mujer fuera producto de la desmedida actuación de los agentes.

En cuanto a la mujer que aún permanece ingresada en estado grave (pronóstico reservado) en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Bermejo se ha afanado en desvincular que el derrame cerebral sufrido tuviera algo que ver con alguno de los porrazos que los presentes en el momento de la carga policial aseguran que se llevó.

En definitiva una “correcta” actuación de los agentes que, “en ningún momento” habían recibido orden expresa de defender de forma especial la entrada al restaurante donde ocurrieron los hechos (La Parrilla de San Lorenzo).

Integrantes del movimiento 15M, que han aprovechado la declaración del subdelegado del Gobierno para trasladar a los medios de comunicación su versión de lo acontecido, desmontan, utilizando imágenes, vídeos y el testimonio de los propios heridos y detenidos, punto por punto, la versión oficial.

Los testimonios de los propios heridos/detenidos resultan suficientemente elocuentes (Javier, Juan) y describen a la perfección la brutalidad de la actuación de la actuación policial que los profesionales de últimoCero describieron en la crónica publicada en la tarde del mismo domingo.

Las dudas que intenta sembrar el subdelegado del Gobierno sobre una supuesta “actitud intimidatoria” de los manifestantes no parecen convencer a nadie. Prueba de ello son las peticiones de misión que ya han hecho efectivas partidos y sindicatos (PSOE, IU, CNT, Federación de Vecinos, ...) y que ya se han traducido en solicitudes de comparecencia en el Congreso de los Diputados del propio Ministro del Interior.

3 comentarios:

  1. No solamente son mendaces y desacertadas las declaraciones del subdelegado del Gobierno de Valladolid, también lo son las que su inmediato superior --el delegado del Gobierno de Castilla y León-- hizo el pasado lunes por la noche en la televisión autonómica al decir que los antidisturbios repelieron la agresión de unos alborotadores…

    http://www.youtube.com/watch?v=ZoD05Ce84D8

    Escribo desde el anonimato para no tener problemas y poder evitar posibles represalias. Pero de una cosa estoy completamente segur@, sin la intervención policial no se hubiese producido ningún altercado. Aquí los únicos responsables son el delegado y el subdelegado, más quienes les obedecieron.

    Y el señor alcalde de la ciudad, en otras declaraciones, dice que el deber de los agentes es hacer cumplir la ley... ¿Cómo, a puñetazos y a patadas como se ve en el vídeo que circula por la red? Y no olvidemos el posterior maltrato de los detenidos en los furgones durante su traslado a comisaría, como han atestiguado. Cosa que es muy habitual y frecuente, es un “secreto a voces” que es muy difícil de denunciar, ya que es imposible presentar las pruebas suficientes que puedan demostrarlo ante un juez. Pues es una práctica que ocurre muy a menudo, más de lo que la gente se imagina, en este llamado Estado democrático y de derecho.

    No nos engañemos, pero es un hecho que toda persona que es detenida pierde, momentáneamente, todos sus derechos, queda legalmente desprotegido y sometido a todo tipo de arbitrarios abusos por parte de estos funcionarios. Qué rápidamente niegan y ocultan sus superiores, incluso en órganos estatales más altos, y callan sus otros compañeros, lo que les convierte también en cómplices. Conozco el caso de menores, maltratados por agentes policiales tras su detención, que se está estudiando llevar el recurso a instituciones internacionales, incluída la ONU, ya que en este país es imposible. A nivel mundial este país quedaría más desacreditado y la imagen de la ciudad manchada.

    ¡Gracias, por atenderme!

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  2. Si las declaraciones de los subalternos (tanto las del subdelegado como del delegado del Gobierno) son torpes y erróneas, imagináos las de su jefe (el ministro de Interior)...

    ¡Lamentablemente!, ninguno de los dos parlamentarios —el 'sociata' y el 'pepero'— dan muestra de estar bien informados.

    http://www.ultimocero.com/articulo/el-ministro-del-interior-tilda-violentos-y-radicales-los-agredidos-la-calle-san-lorenzo

    Y es verdad, poco hablan del abuso policial después con los detenidos, que los mismos han denunciado. Como se dice en el primer comentario, es un 'secreto a voces' que no se quiere reconocer abiertamente.

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